domingo, abril 02, 2006

Adios, Lobdell, adiós.

Pues, pese al escaso tiempo para dedicar a la blogosfera estás últimas semanas, he seguido leyendo comics, en esta absurda odisea de actualizarme completamente.
Estoy a la altura del número 35 del Vol II de todas mis colecciones de mutantes, justamente tras el final de Operación: Tolerancia Cero, y acabo de cepillarme hoy mismo el último número de Pacheco en X-Men.
NOTA: En mi ignorancia acabo de descubrir en esa misma colección a un paisano mio, Germán García, del cual desconociá su existencia y mucho menos que hubiese trabajado en Márvel.
Pero no estoy aquí para hablar de Pacheco, Germán García o de Operación: Tolerancia Cero, saga que ya comenté hace una temporadita.

Quiero dedicar este post al "insigne" Scott Lobdell.
Lobdell, ese hombre, podría ser el título de este comentario, un guionista que para mal o ... ¿para bien? trabajó en las series mutantes durante un buen puñado de años.
Sus argumentos pasarán sin duda a la historia por lo caóticos, la cantidad de situaciones inexplicables, los finales frustrantes y absurdos, la avalancha de personajes nuevos sin pies ni cabeza a cada número, etc, etc.
Y sin embargo, tengo que reconocer que muchas de las ideas de Lobdell, en su origen, resultan atrayentes, interesantes o innovadoras.
Lo que le falla es su capacidad de resolución de situaciones (ver la entrada sobre Operación: Tolerancia Cero).
El puzzle formado por este guionista con los arribistas, el Amo del Juego, el Club Fuego Infernal o Magneto y sus Acólitos ( que cambiaban en cantidad a cada aparición de este grupito), llegó a ser un galimatias tal que su resolución con cierta coherencia se hizo poco menos que imposible.

Así y todo, soy incapaz, pese a esta cantidad de defectos e incoherencias, de decir simplemente: "no me gusta Scott Lobdell" ( aunque por el tono de lo que llevo diciendo pueda parecer lo contrario).
Con este autor uno se siente un poco como con la selección española de futbol: un gran equipo, que puede ganar cualquier cosa y que al final... se queda eliminado a las primeras de cambio sin conseguir un resultado para demostrar su valía.
Y por otra parte estoy disfrutando de la creación personal de Lobdell: Generación-X, la serie creada con esos mutantes más en plan adolescente y alocado, que me está encantando, tanto por su tono, creo que acertado y mucho más "juvenil" en cuanto a la forma de enfocar los personajes, como por la manera de crear su propio y particular universo.
En esta serie el guionista, quizá precisamente por eso, por poder disponer de su "coto privado" para la creación, se desenvuelve bastante mejor, ayudado por el magnífico dibujo de Bachalo, que da a los chavales el aspecto aniñado que tienen en realidad.
En fin, que con todo y con esto, Lobdell, para mi, es uno de esos autores que no acabo de determinar si me gustan o no, por absurdo que parezca.
Esto de no tener criterio es la leche, joer...

6 Comments:

At 10:07 p. m., Blogger Enrique A. said...

Tío, después de esto, DEBES solicitar tu ingreso en ADLO :-)

 
At 10:18 p. m., Blogger Redivivo said...

.... ¿Es para tanto, doctor?.

 
At 12:06 a. m., Blogger IvánN Díaz said...

mmm.... A mí me pasa algo similar...

Si cuando llegues a la etapa Austen DISFRUTAS leyendo el número de la boda, tal y como he hecho yo (que me lo pasé en grande y lo considero como el número más... incoherente... de la historia de Marvel), iremos juntos al mismo psiquiatra, ok?

 
At 10:06 a. m., Anonymous Anónimo said...

Ahi estamos defendiendo a los desfavorecidos ... Es verdad, si Lobdell supiera hacer buenos guiones sería un buen guionista :P

 
At 11:09 a. m., Blogger J Calduch said...

Hombre, el episodio con la Reina Blanca y el hombre de Hielo, de los primeros de Lobdell, es glorioso, a la altura de Claremont.

Luego, visto en perspectiva, se pierde en aventuras sueltas que no van a ninguna parte (la etapa con Madureira se podría simplemente borrar y no se notaría demasiado). Sin embargo, mientras se va leyendo se deja leer. La Patrulla y los mutantes son un culebrón, y eso lo entendió muy bien.

Y de esa indefinición me atrevería a decir que también tuvieron culpa los editores, que son los que durante años estuvieron manejando la franquicia (básicamente diciendo "No, esto no se puede hacer" o planeando Tolerancia Cero).

 
At 9:13 p. m., Blogger Redivivo said...

Hombre, yo es que me pasa un poco eso con Lobdell, lo digo por lo de la Reina Blanca y el Hombre de Hielo que cita Calduch: el tio saca lineas argumentales cojonudas, pero luego se lia tanto la madeja que termiana por arreglarlo pronto y mal, y algunas de ellas eran realmente buenas.
Por decirlo de alguna manera, es como si Lobdell fuese Nacho Vidal, pero con eyaculación precoz.
Y nada Nando, ya te pongo un mail y hablamos ( aunque a decir verdad, y no te ofendas, no se quien eres, pero bueno...).

 

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