lunes, marzo 06, 2006

Operacion: Tolerancia cero ( o " Si hay que ir se va, pero ir pa na, es tontería")



La cosa prometía desde el principio, al menos para mi, pues era el tipo de historias que me encantan: conspiraciones gubernamentales a todos los niveles, un villano nuevo y misterioso, con oscuro pasado y al que ya conocíamos , pero sin saber quién era, tramas entrecuzadas in cresccendo, ramifincaiones a todos los niveles, aprovechamiento de situaciones de la anterior macro-saga (Onslaught), etc, etc.
Obviamente, y ya por el título de la cabecera se sabe, estoy hablando de Operación: Tolerancia cero.
Sí, parecía una saga bastante bien preparada desde el inicio, que se iba desarrollando poco a poco y en casi todas las colecciones, asentando la línea argumental y aportando otras laterales que la enriquecían, es decir, que no era una "explosión" de la noche a la mañana, si no una estudiada cadena de acontecimientos con mucha lógica.
Entre esas lineas laterales, dos que me encantan: la que culminaba con el asesinato de Graydon Creed, a manos inciertas, y la linea periodística, con J.J.Jameson, el afamado editor de Daily Bugle, empeñado en descubrir el oscuro pasado de Bastión motivado por una defensa de los derechos civiles de los mutantes, contra los cuales parecía haberse desatado una caza de brujas internacional a manos de la organización denominada con el mismo nombre que la historia, osea, Operación: Tolerancia Cero.

Bastión en si mismo parecía un buen personaje y, aunque de momento no he llegado al punto en que se desvela su pasado, a cualquier lector de X-Men no le costaba mucho adivinar quién podía ser, por las pistas que iban dando.
Por cierto, felicitar a Pascual Ferry por el diseño del mismo.
Con el Profesor-X encerrado por peligro público tras la debacle de Onslaught y un histeria incrementada por el candidato a presidente asesinado, las cosas parecían, por primera vez en bastante tiempo, tener una secuencia lógica, vamos, lo que se dice una buena trama.
Pero llegado el punto culminante, el desencadenamiento de la tan traida y llevada Operación, el guión empieza a hacer aguas.
Una parte de La Patrulla-X se ve apartada de los "importantes" acontecimientos debido a su viaje interestelar por tierras Shiar y su lucha contra Falange ( arco argumental saldado no menos chapuceramente que este del cual os hablo ahora ) y estando en ese momento en el no menos sobado juicio de Gámbito.

En el primer lance, los X-Men que sí estaban son atrapados de buenas a primeras por los agentes de Bastión, que digo yo que sería que tenían un mal dia, si no, no se explica, quedando solamente el Hombre de Hielo, más un par de mutantes secundarios hasta el momento, como Médula y Calisto, más una nueva, la doctora Cecilia Reyes, para emprender el rescate de los recluidos.
Vaya... que poquitos, así no lo van a conseguir en la vida... o, al menos, no en tres números, diría el incauto lector.
Pero no, tranquilos.
La saga tan trascendental ( y tan SUMAMENTE desaprovechada por lo interesante que podría haber sido) se salda en las últimas dos páginas de un número, con la providencial intervención de SHIELD que, sin pegar un tiro y cambiando la tesis oficial de los gobiernos de medio mundo de la noche a la mañana, pasa a quitar su apoyo a la Operación antimutante y encarcelar a los carceleros.
Frustrado, así es como me quedé tras terminar su lectura.
No, no es la primera aventura calificada como la repanocha que me resulta flojita, pero es que, en este caso, simplemente, no hay aventura.
Que lástima, pero que lástima de verdad, por tanto trabajo desaprovechado, por tanto tiempo hinchando un globo para que al final no pegue una buena explosión.
Lo que os decía: Si hay que ir, se va, pero ir pa na, es tontería.

Pdta: ¿Que es lo que entenderá el bueno de Lobdell por culminación de una etapa?, ya que lo unico bueno que nos trajo esto es su salida de los mutantes.