Grandes clasicos ochenteros: Corrupción en Miami.
Llevaba pensando desde hace algún tiempo el tocar o comentar alguna serie de televisión, cosa que también se ve mucho por los blogs de comics y demás historias, pero no terminada de decidirme.
¿Y cual comento?, me preguntaba yo, porque realmente no sigo ninguna de las que están emitiendo actualmente, a no ser un capítulo aquí y otro allá, casi por pura casualidad.
Además, para hacer otro post sobre House, Lost, Mujeres desesperadas o cosas similares pues como que no, que ya hay suficientes.
¿Que hago entonces y que englobe a la vez el tema de las series televisivas de éxito y la linea editorial de este blog, que como ya sabeis es el hablar de cosas más viejunas y rancias que la grasa de un jamón curao?.
¡¡ Pues ya está, hombre, pilla una serie de los años 80 que fuese molona y comentala!!.
Y si en los 80, nunca suficientemente ponderados , había una serie molona era CORRUPCIÓN EN MIAMI (MIAMI VICE).
El espíritu de la serie, supongo que los más viejos del lugar estarán de acuerdo conmigo, no era ser buena, ni mucho menos, ni siquiera innovar, que lo hizo, y mucho, en el mundo televisivo.
El verdadero objetivo de Corrupción en Miami era MOLAR.
Pero recordemos un poco de que iba Miami Vice.
Esta serie, de temática policiaca, se ambientaba en la ciudad Norteamericana de Miami, explicación redundante nada más ver su título.
Concretamente, nos narraba las aventura de los detectives de la Brigada Antivicio de dicha población, centrándose en las peripecias de dos de sus componentes, con una serie de sucundarios no menos destacables.
En Estados Unidos, Brigada Antivicio es la designación para el departamento policial encargado de los delitos relacionados con drogas, juego, alcohol, etc y es este primer apartado en el que la teleserie basa la mayoría de sus episodios.
Todo esto, en una ciudad con el glamour y encanto de Miami era una mezcla explosiva que tanto el guionista-director Anthony Yerkovich como el productor Michael Mann supieron explotar al máximo creando la "estética de videoclip" que luego triunfó tanto en cine como en televisión.
Pero entremos un poco más ya en lo que es la serie en si.
Los dos protagonistas principales son ( ¿hace falta decirlo? ) dos policias de la Brigada Antivicio llamados James "Sonny" Crockett y su inseparable compañero Ricardo "Rico" Tubbs, interpretados por Don Johnson y Philip Michael Thomas.Sonny, el primero, es un chulo piscinas, así de claro. El ligón de los 80 por antonomasia, un guaperas que se dedica a ser policía por que se lo pide el cuerpo y que lleva sus excentricidades de millonario al punto de vivir en un yate y compartir dicha vivienda con un caimán apodado Elvis.
Es la esencia de esos años: ropas "elegantes" (sigh...), cochazos, nenas en bikini, americanas arremangadas, zapatillas blancas sin calcetines, camiseta de cuello redondo así estemos en una audiencia de la Casa Real, etc.
Otro aspecto fundametal del personaje es su aporte al lado macarrilla de la pareja de policias. Crockett es y ejerce como "bon vivant", noctámbulo que aparece en la puerta de la comisaría con un Ferrari Testarossa tras una buena noche de farra y sexo sin precaucines.
Es la època en la que Don Johnson decide conocer tan a fondo su papel que luego tiene que pasarse varios años en diferentes clínicas de desintoxicación. Eran los 80 y cuando la gente se ponía, se ponía, y punto.
Su compañero, el más sobrio Tubbs, aporta la serenidad al grupo, la constancia, pero sin dejar de lado ese glamour ( de nuevo: sigh...) tan propio de la década.
Caracterizado siempre por sobrios y elegantes atuendos ( por enésima vez en este post: SIGH...) suele portar calcetines, pues alguien debe de conservar ciertos principios en el dueto. Comentarios mal intencionados nos dice que, simplemente, Tubbs no logró adaptarse a los mocasines, calzado muy impropio de New York, su ciudad de procedencia.
La cruzada contra el creciente tráfico de drogas en la ciudad, principalmente Cocaina de origen colombiano ( recordemos: años 80, furor de los carteles colombianos archiconocidos) se lleva a cabo bajo la firme dirección de su comisario jefe, el impenetrable Teniente Castillo, caracterizado por Edward James Olmos.
Olmos, como superior en el mando que es, siempre respeta las formas y los modos, sobre todo en el vestir, lo cual le honra teniendo en cuenta que dirige una comisaría en la que sus detectives acuden al trabajo con camisas hawahianas de dudoso gusto o camisetas de redecilla sin mangas ( literal, Tubbs aparece en varios episodios de esta guisa bajo una americana de botones cruzados).
El resto de sus compañeros de andanzas completan el panorama de este producto que tanto éxito tuvo a mediados de esa década.
Buena prueba de ello son las cinco temporadas, del 84 al 89, durante las que se emitió, siendo nominada en innumerables ocasiones a los premios Emmy y Golden Glob, en los que obtuvo algunas victorias en las personas de James Olmos y Don Johnson.
¿Pero por qué esta serie supuso un hito en la televisión?.
Un poco más arriba hablo de la estética de videoclip, o , como algunos tambien llamaron, los "policias de MTV". Esto se debía a , en aquel momento, el recurso cinematográfico de relatar un determinado acontecimiento al ritmo que marcaba una canción, sin diálogos, y con la música metiéndonos en el ambiente de lo que las imágenes nos decían.
No se trata de una banda sonora, que también cumple esa función, si no de un aditivo a una serie de imágenes sin las que la música que nos servía de hilo quizá no hubiese tenido mucho sentido.
Y es que la canción-clip no duraba, como en las bandas sonoras, 30-40 segundos,que ya es mucho, si no tres o cuatro minutos, en los que, repito, en escasas ocasiones se pronunciaba palabra alguna. Vaya, lo que se dice un video clip.
Dos eran las modalidades de esos videoclips:
A- MODO INTIMISTA-REFLEXICO-RETROSPECTIVO: El protagonista, la más de las veces, y obligatoriamente si era Crockett, conduce su deportivo descapotable por las avenidas de la ciudad, ensimismado, mientras ve la vida de la urbe. Desde luego, no podía faltar imágenes de chicas con turgentes nalgas y alegorías similares a los placeres de la vida y la carne contra los que uno ha de luchar cotidianamente.
B- MODO CULMINACIÓN DE LA ACCIÓN: Una redada en el chalet de un narco, el asesinato de un compañero, un ajuste de cuentas, en fin, algo violento. Asistimos, depende del caso, al acercamiento a la víctima, mientras vemos como esta disfruta de alguna inocente tarea en los instantes previos a su drama personal ( muerte, secuestro, vejación, o, si hay suerte, simplemente detención). Lo mismo que el modo anterior suele terminar con la toma de alguna decisión por el protagonista, esta modalidad culmina casi siempre con un sentimiento de tristeza o frustración.
Ahora, veinte años despues, nos da risa ver esta "nueva" técnica narrativa, pero estamos hablando de hace veinte añazos, y en el mundo de la TV fue, quizá, aunque eso es dificil superarlo, similar a la introduccíon del zoom (hablamos de la técnica , no del objeto físico en si, enfermos ) por Valerio Lazarov.
Luego está la estética que se imprimió a la serie.
Hartos de detectives con sobrios trajes y corbata, de oscuros ambientes policiacos, por contra, Corrupción en Miami nos muestra atractivos efevos con atuendos a la última, que pilotan un Porche en vez de un Ford del 78 durante sus misiones.
Encima no hablamos de los callejones de Chicago, o las empinadas y sucias avenidas de San Francisco, si no de los luminosos paseos marítimos de una ciudad prácticamente caribeña, a la que la gente no va a trabajar y vivir, si no a divertirse y pasarlo de puta madre.
Hasta los criminales aportan su parte esteticamente chic: nada de deprimentes apartamentos del Bronx donde se hacen los intercambios de droga, si no lujosos chalets en los que los hermanos latinos nos entregan la mercancia, pero no sin antes aceptar una buena fiesta en un jardín con piscina y un buen elenco de rameras de pelo crepado.
Si, definitivamente, son los 80, se mire por donde se mire.
¿ Como no querer parecerse a algo así?. ¿ Que joven veinteañero de Albacete no va a intentar ligar el sábado por la noche ataviado con sus pantalones de saco, su americana arremangada ( ojo a las americanas arremangadas,insisto, otro hito del momento)y su camiseta blanca de Ferrys?. ¡¡ No se puede hacer nada frente a eso, voto a brios!!.
En España, en una època de televisión única, la serie tuvo mucho éxito, como no podía ser de otra forma, y fué repuesta despues en innumerables ocasiones.
Desconozco si todas las temporadas fueron emitidas en nuestro país, yo seguí íntegras al menos tres de ellas en su primera emisión, recordando como especialmente intensa esa escena en la que Crockett, tras haber permanecido una temporada infiltrado en una banda de narcos y luego perder la memoria, lo que le llevó a creerse el papel de narco que estaba interpretando, vuelve a su comisaría y es inmediatamente encañonado por todos sus compañeros ( con el correspondiente martilleo de todas las armas que a mi me pareció espectacular).
Y si, lo confieso, yo me fabriqué una sobaquera con cuatro cordeles para jugar con mís amigos diciendo aquello de: ¡¡¡ TODOS QUIETOS, MIAMI ANTIVICIO !!!
Pdta: ¡¡Mierda!! ahora no soy capaz de quitarme la musiquilla del principio de la cabeza....
5 Comments:
Yo me pregunto que dirán de nuestra forma de vestir dentro de 20 años...
Por cierto, a ver qué hacen con la película, porque desde luego la estética ochentera tan clásica de la serie no la habrán respetado (por tanto, seguro que tenemos la versión 2K del chulo piscinas, XD)
Pues yo tengo bastantes esperanzas con la peli: es de Michael Man, y parece que busca la manera suya de rodar como Collateral. Tiene una pinta muy buena.
yo era pequeño, como el Ruiseñor, pero recuerdo perfectamente esta serie!!!
Brutal, chulería por todos los lados, carisma, macarras...juer, esta serie era brutal.
Y ha sido muy influyente, hay videojuegos inspirados en ella, ara habrá una peli.
Pues si: videojuegos, figuritas, vamos todo el merchandising correspondiente, como fenómeno televisivo que fué.
En la película que se va a estrenar, al menos por lo que yo he visto por ahí, estéticamente no respetan la moda ochentera pero bueno, era hasta cierto punto lógico.
Veremos a ver que tal.
Saludos, gracias por la visita.
Nos leemos.
Un abrazo desde Japolandia
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