Merchandising ( o Genio y Figuras).

Sacaperras. Así llamaba mi abuela a las cosas que se inventan para, como su propio nombre indica, hacernos babear en cuanto las vemos y , sin que tengan utilidad ninguna, nos rasquemos lo poco que nos queda en los bolsillos para conseguir lo que se nos ofrece.
Y para este tipo de cosas el aficionado a los comics, como cualquier otra especie de friki, es víctima propiciatoria.
Ojo, que este no es un post de crítica al merchandising, que si somos masocas nadie tiene la culpa.
Simplemente es otra de las cosas ( otra más, y ya van….) que me tiene asombrado por la magnitud que ha adquirido a día de hoy.
Las únicas figuras que yo conocía en lo que a superhéroes se refiere eran aquellas que salieron cuando se editaron las Secret Wars, así que ya podeis imaginaros. Por cierto, decir que disfruté como un enano en el post aparecido en ADLO! sobre ese tema.
Bien es cierto que ya había visto algunas por los supermercados y jugueterías antes de volver a coleccionar tebeos, pero, ahora que ya vuelvo a estar metido de lleno en “el mundillo” ( ¿os he dicho ya que odio esa expresión? ) me he dado cuenta de la variedad de sacaperras que tenemos a nuestro alcance.
Ya no hay solo una figurita de cada héroe o heroína, aunque sea con sus diferentes trajes a lo largo del tiempo, no.
Aparecen sofisticados dioramas que reproducen las situaciones más destacadas de su carrera, e, incluso, fieles reproducciones de viñetas enteras.
Coloso con su traje original, Coloso con su traje moderno, Coloso en versión Acólito de Magneto, Coloso con la mitad de su cuerpo a medio transmutar, Coloso con su traje de primera comunión… etc.
Pero no solo figuritas, donde va a parar.
Cualquier tipo de gadget superheroico está a nuestra disposición, repito, caso de que el bolsillo de para ello, que menudos precios, la leche, ni los trajes de moléculas inestables deben de ser tan caros.
Las garras de Lobezno, el visor de Cíclope, el escudo del Capitán América o el bastón de DareDevil aparecen ante nuestros ojos, y tambien sus trajes ,incluso con tallas para que nadie se quede sin el suyo.

Por cierto, un friki- paréntesis: no me digais que no os ha apetecido nunca aparecer un dia por la mañana en el trabajo con el casco de Magneto calao hasta las cejas y cara de mala baba, a ver quién te tose, jejeje.
Bustos a tamaño real de Emma Frost ( que ya podían haber elegido otro modelo para hacerlo, digo yo) o de Charles Xavier, adornan ahora los estudios de eruditos coleccionistas donde antaño estuvieron los clásicos Sócrates o Pitágoras.
Vehículos, ropas, peluches, bolígrafos, camisetas… podemos encontrar casi cualquier cosa sin falta de buscar demasiado.
Lo más impresionante que he visto hasta el momento: el esqueleto de Lobezno, tamaño real, con sus garras y todo. Y lo que es peor, igual hasta alguno de vosotros, afortunado, es lo primero que enseña a las visitas en cuanto pasan al salón de su casa.

De momento todavía no he caido en la tentación de los sacaperras, se que lo haré, y, cuando los huecos de comics de la estantería estén completos, rellenaré la parte delantera con mi gran sueño: una figura de Fortachón, mi ídolo en materia de personajes superheroicos.
¿ Vosotros tenéis muchos?. Se que os gustan, pillines, que hasta son de las pocas cosas que en vuestro templo sagrado no tienen una patina de polvo de más de tres días, y que insistís en limpiarlos vosotros mismos, no sea que la figura de Spawn, versión limitada, por supuesto, caiga en manos de alguna progenitora hacendosa para no oir eso de: “Hoy limpiando tu cuarto se me ha caido el muñequito ese tan feo”.
¡ Qué débil es el aficionado compulsivo! ( Pero que gozada tener esa estatua de Emma Frost al lado del ordenador , ¡¡¡YUM, YUM!!!)



PD: No ESTE busto horrible basado en el señor que la dibujó con paquete, no, me refiero a otra que he visto por internet que… pfffffffff……