Expocomic Saga. Omega.

Después de hacer tiempo un ratito en la cafetería, se había acercado la hora de nuestra quedada.
En concreto, había quedado con Trotty, Sergio,Vampiresa y el Metamorfosista.
Lo curioso es no tenía demasiados datos para identificarlos, si exceptuamos una foto publicada en el Blog de el Meta en la cual se cebaba con el pobre Claremont.
Eso, y el que Trotty me había dicho que portaria en la solapa un par de chapas de Hamtaro y el que Vampiresa me dijo que iría vestida de negro, me hacían temer acercarme a cualquier grupito que pululaba por las inmediaciones de la cueva de proyecciones.
Y es que yo, para estas cosas, siempre he sido más bien cortado.
Además, si me acerco a alguien que no era y le digo: “Hola, soy Redivivo, eres tu (pongase cualquiera de los anteriormente citados)” , tenía pánico a terminar la jornada en un centro psiquiátrico.
Pero todo fue más fácil de lo esperado.
Oteando desde la barra, vi a un grupo de cuatro personas y, pegado en la pared, un fastuoso cartel que aquí os reproduzco.



Se ve que , enterada la organización de que aquel era el acto más importante durante el salón, si exceptuamos la presencia del afamado guionista norteamericano, quiso poner algo de su parte, no escatimando medios para ello.
¡¡Por fin desde mi llegada a Madrid un letrero me servía para algo!!.
Así que me aventuré en el corrillo que había formado con un: “Ehhhh… estoo…. ejem… soy Redivivo”.
Ya estaba hecho. Por fin nos habíamos conocido y tengo que decir, de echo ya lo he dicho en sus propios blogs y creo que también en el mío, fue lo MEJOR de mi visita a Expofriki.
Una charla cortita, apenas 45 minutos por culpa de mi horario para volver a Asturias, pero que me resultaron de lo más agradable.
Unas buenas risas, hablando de cuatro cosas : nuestros blogs, comics, el salón en si, mi peripecia por las “carreteras” de Madrid y sus obras….



45 minutos que me dejaron muy buen sabor de boca, en los cuales, pese a todo, he visto que fue donde empezó a forjarse la infame leyenda de la mochila, jejeje.
Me arrepentí de mi falta de planificación, para poder haber estado bastante más rato y seguir hablando, me lo estaba pasando genial, ante la estupefacción de mi primo, que no se enteraba de nada de lo que decíamos, el pobre.
Eso sí : quedó establecido como próximo punto de encuentro el Salón del Cómic de Avilés. Ojalá que sea verdad.
Rabia me dio no poder quedarme a la quedada, valga la redundancia, de la tarde, con Álvaro y compañía, que también me hacia mucha ilusión conocerle, así como a muchos otros blogueros, pero en otra ocasión será.
Con un poco de pena, al menos por mi parte, por ser la cosa tan corta, nos despedimos, un poco antes de Trotty, que con un valor digno de admiración, se había adentrado en las profundidades de la Sala de Proyecciones.
Así que allí dejé a la Infatigable Lectora, al Compañero del Metal ,al Gentleman Investigador y al Hombre de la Chapa en el Pecho, para aventurarme en la espesura circulatoria de la M-30.
Me llevaba una experiencia cojonuda y divertida, el placer de haber conocido a cuatro amigos nuevos y una mochila llena de comics.
Seguramente se pueden mejorar muchas cosas de este salón: el lugar en el que se desarrolla, los actos que tienen lugar durante su transcurso, la ambientación del mismo, etc, pero cuando uno conoce tan poco como yo conozco, aún sabiendo que todo es mejorable, y en este caso creo que mucho, se va uno con bastante satisfacción en el cuerpo.
Para descanso de Iván adjunto mi lista de adquisiciones en Madrid:
-Universo X. Me la pillé completa.
-Los números que me faltaban de X-Men Unlimieted, que eran unos cuantos.
-Siempre Patrulla-X , completa.
-Un par de tomos de X-tatix.
-Todos los números que me faltaban de Cable, X-Factor, Generación-X y X-Man , menos uno de esta última y otro de Cable, que no los encontré ni a la de tres…
-El número que me faltaba de Secret Wars (47) y el número 1 de Los Nuevos Mutantes.
-La serie limitada de Bishop completa.
-Y varios especiales de distintas colecciones .
Con lo cual la “poda” de números que me faltaban fue de lo más satisfactoria.
Ah… por desgracia otra de las cosas que me llevé de Madrid fue el inicio de mi leyenda negra , también conocida como La canción del Verdugo de la mochila Azul.



Exagerados!!!.