Expocomic Saga. Libro 3. ( o Esto ya dura más que un traje de pana).

Con un poco de retraso continuaré mis andanzas de hace una semana por Expocomic.Lo siento, pero como ya dije voy a seguir hasta el final, (menos mal que solo estuve un dia), entre otras cosas porque me da para unos cuantos post por el morrazo.
Tras reunirme con mis acompañantes ,que algunos insisten en calificar como mis "esclavos", y tomar un pincho en la incalificable cafetería del pabellón, decidimos dar una vuelta por la exposición situada en el piso superior, en esa especie de corredor que rodeaba todo el recinto.
La verdad que nos encantaron los dibujos de Purita Campos. Muy buenos, si señor, y lo disfrutamos un montonazo.
Esto me hizo recordar que , en el trastero del pueblo, todavía permanecen recluidos en sus cajas mis Mortadelos, Zipizapes, Pulgarcitos, etc, que no han sido indultados.
Tengo que revisar su condena en uno de estos puentes navideños, creo que ya se merecen respirar otra vez aire fresco,¿no?.
Vista la exposición, desde el piso superior, nos dedicamos a contemplar un rato la sesión de firmas en el "escenario" principal.
Como habreis notado siempre entrecomillo cosas como cafetería, sala de proyecciones, escenario, etc, pues me pareció bastante mal desarrollado todo lo referente a las instalaciones en las que se desarrollaba el evento.
Supongo que será cosa de la financiación y que no se puede optar a otro encuadre más adecuado ( sin conocerlo , apostaría a que en la misma Casa de Campo existen lugares idoneos para este tipo de cosas), pero el resultado quedaba muy pobre.

Insisto, por enésima vez, que, pese a eso, para mi era increiblemente novedoso y espectacular todo lo que veía.
De vuelta al pabellón, en una de las horas de máxima afluencia de público, a eso de la 1 creo que era, mi hermano localizó a Carlos Pacheco haciendo dibujitos a los asistentes. Disfruté como un cosaco viendo como hacía un Lobezno y una Cosa en un plis plas.
Era un autor al que tenía ganas de ver en persona, así como a Cels Piñol, y conseguirlo fué un satisfacción.
Se hiba acercando la hora de la miniquedada con mis amigos blogueros.
En teoría era a eso de las 2, así que, para hacer tiempo, volví a peinar las librerías, por si acaso se me había escapado algo.
Como dije antes, ya era muy dificil, la asistencia estaba en su apogeo, al menos desde que nosotros habíamos llegado y acercarse a los estands era sumamente complicado.
Para colmo, y tras ojear unos números de La Patrulla-X desarrollados en Genosha, mi hermano, no entiendo por que, se había empeñado en no llevar la mochila y empezaba a proclamar incongruencias sobre igualdad y explotación...
Nos volvimos a la cafetería, un poco más calmado tras comprarse el Espartaco en ciernes un muñequito Eva 2 de la serie Evangelión.
La hora de conocer a "los otros" se acercaba.
Y coño, yo me estaba poniendo nervioso.



Continuará....
NOTA: Venga, venga que ya falta poco.