Odio el futbol ( o Reflexiones tras la victoria del Barcelona en la Copa de Europa).

No me gusta el futbol, nunca me ha gustado.
Ni practicarlo ( entre otras cosas porque era un patoso innato para ese deporte, quizá precisamente por que no me gusta, o tal vez no me gusta porque soy patoso, que para el caso es lo mismo) ni verlo en directo, en televisión o donde sea.
No soy de ningún equipo.
Ni del de mi ciudad, ni del de mi pueblo, ni de uno de los "grandes", ni tan siquiera siento una mínima pasión por los colores nacionales.
Esto no es que sea una cosa muy extendida, pero no deja de ser razonable y logico.
Simplemente, es un deporte que no me gusta, lo mismo que a otra persona puede no gustarle el baloncesto, el ciclismo o el tenis.
Pero, desde el miércoles pasado, el futbol a dejado de no gustarme.
Desde hace dos dias no me gusta el futbol.
Desde hace dos dias, simplemente, lo odio.
El miércoles el Barcelona se proclamó flamante campeón de La Copa de Europa, para felicidad de muchos y disgusto de otros tantos.
Y, aquellos que sintiendo una pasión exhacerbada por esa victoria de su equipo favorito en su deporte favorito, salieron lógicamente a celebrarlo en las calles de su ciudad, Barcelona.
Fué al dia siguiente cuando vi las imagenes de las "celebraciones" mi falta de pasión por el deporte rey pasó a convertirse en fobia y odio hacia el mismo.
En el telediario, no se en cual, tampoco me importa, salían imágenes de dichos actos festivos, desarrollados durante la misma noche de la victoria.
En una de las calles, y como ya había sucedido en otras ocaciones, una turbamasa de "celebrantes" tuvo a bien asaltar varias tiendas y causar todo tipo de desperfectos en el mobiliario urbano que se encontraba a su paso.
Podía verse claramente como una banda de GILIPOLLAS golpeaba las lunas de dos establecimientos ( uno de ellos un Levi´s Center y el otro una tienda de Springfield)para luego, y en tromba, introducirse dentro hasta saquear las existencias. Y es que, amigos, los vándalos de hoy en dia no asaltan fruterias o carnicerías en busca de sustento y desesperados por la escasez y las penurias.

Los saqueadores de las ramblas no se conforman con nada de menos categoría que unos Levi´s 501 o un top de Springfield.
Todo ello, obviamente, retratado por el resto de los "forofos", bien pertrechados con las camisetas de su club ( y me la pela que sea el Barcelona, el Madrid o el Alcoyano), a través de sofisticadas camaras digitales o teléfonos móviles de última generación.
Ojo, que estos nuevos Hunos no se gastan tecnología de medio pelo, no señor.
Y, sobre todo, en medio de esta situación vergonzosa, destaca la falta total de policía o cualquier cosa similar para impedir tamaños desmanes.
" ¡ Vaya, ya salió el facha este de los cojones ! ".
Ni mucho menos, señores. Y me explicaré.
No se si alguno de vosotros ha estado o presenciado alguna vez una movilización por algún tipo de reivindicación laboral.
Este que os escribe ha visto y padecido en sus carnes unas cuantas.
Y si a un triste currito se le ocurre quemar cuatro ruedas y cortar una carretera para llamar la atención del resto de la sociedad porque a la semana siguiente no va a tener otra cosa que comer que no sean sus mocos, puedo aseguraros que el orden y la normalidad tiene allí a sus fieles servidores, en forma de ensaladas de hostias a manos de especializados antidisturbios.
Me consta que, además, en este país y desde hace muchos años, ninguna concentración de trabajadores a finalizado con un asalto a boutiques de moda.

Eso si, chavalín, no trates de colapsar el centro de tu ciudad para apoyar a dos compañeros despedidos, que las costillas flotantes lo son un poquito menos cuando te las incrustan en el páncreas.
Lo más triste, lo más lamentable, es que en algunos comentarios oidos en estos dias (aparte de las condenas de rigor, que hay que quedar bien, pero sin pasarse, que la gente sabe de que equipo de futbol son los políticos y eso condiciona el voto, hombre!), pues, repito, en algunos comentarios estos "incidentes" se consideran como casi inevitables o predecibles.
Si yo me pongo a la puerta de la fábrica en la que trabajo para defender una huelga, lo único predecible es que me van a reventar el escroto a patadas. Pero claro, se ve que eso es más peligroso, pese a que reunir cantidades de gente en defensa de una causa de otro tipo que no sea la victoria de un equipo de futbol, hay que reconocer que es más dificil.
Por no decir de aquellos afectados porque la autopista está cortada otra vez por "esos hijos de puta que no tiene otra cosa que hacer" (comentario literal escuchado por mi en una caravana ocasionada por una manifestación de trabajadores despedidos).
Ahora, si al dia siguiente en tu calle no hay papeleras, contenedores ni cristales en los escaparátes, es el resultado de un dia de fiesta de puta madre.
En fin, que me estoy poniendo todavía de peor mala hostia que cuando comencé el post, que no tiene mucho que ver con los comics, todo sea dicho de paso, pero bueno.
Repito: ODIO EL FUTBOL ( y si el paddel tuviese consecuencias iguales, tres cuartos de lo mismo).
Reclamo, a partir de hoy, un reparto justo, no ya de las rentas del trabajo, que eso lo veo chungo, pero al menos si de las hostias de la policía.
Y es que los chicos del Levi´s Center tenían derecho a unas cuantas, ya veis que es simple cuestión de igualdad y ecuanimidad.